La Antigua Sangre es el pivote central sobre el que nace, gira y se desarrolla toda la saga de Geralt de Rivia.
Su historia es muy antigua y compleja. Para entenderla debemos comenzar por la profecía de Ithlinne, también conocida como Aen Ithlinnespeath, una predicción hecha por la profetisa éflica Ithlinne.
"En verdad os digo que se acerca el tiempo de la espada y el hacha, la época de la tormenta salvaje. Se acerca el Tiempo del Invierno Blanco y de la Luz Blanca. El Tiempo de la Locura y el Tiempo del Odio, Tedd Deireádh, el Tiempo del Fin. El mundo morirá entre la escarcha y resucitará de nuevo junto con el nuevo sol. Resucitará de entre la Antigua Sangre, de Hen Ichaer, de la semilla sembrada. De la semilla que no germina sino que estalla en llamas. ¡Ess’tuath esse! ¡Así será! ¡Contemplad las señales! Qué señales sean, yo os diré: primero se derramará sobre la tierra la sangre de los Aen Seidhe, la Sangre de los Elfos."
Ya en la serie podemos oír un fragmento en el episodio 7, donde Ciri invoca sus poderes para escapar de los que intentaban hacerle daño.
Esta profecía vaticinaba el fin del mundo bajo una nueva edad de hielo donde todo el mundo moriría bajo la destrucción del frío.
Los únicos supervivientes serían los elfos, que serian salvados por un hijo de la Antigua Sangre, la Golodrina. Este cataclismo climático empezaría a dar señales de comienzo, según la profecía, cuando la sangre de los elfos cubriese la tierra.
Esta profecía se sometió a estudios durante siglos por los elfos para lograr entenderla, por lo que para salvar el mundo y sobre todo su especie, idearon un gen que convertiría a la persona portadora en una fuente inmensa de poder, que podría con sus habilidades mágicas evacuarlos a todos y trasladarlos a otro mundo a través del espacio y el tiempo.
Con esta premisa, los elfos sabedores comenzaron su experimento genético, llegando a la elfa Lara Dorren, que era el depósito genético del valioso gen. El resultado de muchos años de trabajo. En unión con otro depósito, otro elfo, había de dar a luz a un niño/a todavía más especial, que sería el salvador/a.
Pero llegaron los humanos al mundo, y los elfos y los humanos empezaron a coexistir. Lara era partidaria de esta coexistencia. Tanto que acabó enamorándose de un humano hechicero, Cregennan.
De esta manera Lara, tiró por tierra cientos de años de investigación y trabajo. De la semilla con un humano no podía surgir lo requerido. Nadie sospechó que el mestizo engendrado por Lara y Cregennan pudiera heredar de su valiosa madre el tan codiciado gen.

La unión entre ambos produjo un perjuicio incalculable para los elfos, mientras que para los humanos sólo les podía venir bien. Aún así fueron estos últimos quienes asesinaron a Cregennan. Las razas se echaron mutuamente la culpa de todo, y comenzó la guerra entre ambos.
Mientras, el gen de Lara, llamado así tras lo ocurrido, seguía su desarrollo sufriendo mutaciones. En esto metieron mano las hechiceras y hechiceros humanos, uniendo hábilmente al individuo criado con el detectado gen, con otra pareja humana. Pero con el tiempo perdieron el control y la pista del gen.
Pocos son los que imaginaron por qué milagro el material genético de Lara Dorren se reavivó con tanta potencia en Ciri. Convirtiendo a la niña en el blanco de muchas personas que querían ese codiciado gen que sólo ella poseía. Dando vida a la trama de toda la saga.
Para saber el por qué, es preciso entender y conocer el recorrido que siguió el gen de Lara desde su comienzo, y como fue moviéndose por diferentes personas bajo la influencia de los hechiceros que llegaron a tratar a las parejas como ratas de laboratorio hasta que perdieron el control y con ello nació Ciri.
Tras la muerte de Cregennan, Lara acabó dando a luz en un monte, donde la por entonces Reina de Redania, Cerro, apareció para hacerse cargo del bebé, pues si no lo hacía caería sobre ella la maldición que previamente Lara le había echado para asegurarse de la supervivencia de su bebé.
Lara murió y Cerro cuidó a la niña de Lara, llamada Riannon, junto a su marido Vridank, rey de Redania. Por aquel entonces pocos eran los que se querían casar con ella, debido a los rumores de la maldición de Lara hacia Cerro, pero finalmente Riannon se casó con Goydemar, rey de Temeria.
Tres años después del matrimonio tuvo lugar la Rebelión de Falka. Falka era la hija de Vridank ( rey de temeria ) de un matrimonio anterior a Cerro. Al divorciarse, Vridank desterró a su ex mujer y a su hija de vuelta a Kovir. Cuando Falka cumplió 25 años alzó una revuelta contra su padre, matándolo a él y a Cerro. La rebelión armada estalló al principio como lucha de la primogénita verdadera por recuperar su trono, apoyada por la nobleza. Pero se convirtió en una revuelta sangrienta de largo alcance, matando a reyes, hechiceros, ricos, magos y a muchas personas más.
Riannon fue casualmente apresada por los rebeldes de Falka y la encerraron en el castillo de Houtborg. Cuando el marido de Riannon, Goydemar, acabó con la revuelta y fue a rescatar a su mujer, se encontró que Riannom había tenido tres niños, dos muchachas y un muchacho. Riannon había enloquecido.
Lo que ocurrió fue que Falka dio a luz antes de ser ejecutada en el fin de la revuelta, y mandó añadir su bebé a los de Riannon. Nadie sabía quién era el del Falka.
Así que Goydemar mandó llamar a un séquito de magos y hechiceras, entre los que se encontraban Tissaia de Vries y Francesca, para que determinasen quien era el hijo de Falka.
Con el tiempo los hechiceros supieron dar con el niño, pero no querían que se asesinara a un bebé, así que se callaron, y el rey cogió tanto cariño a los tres, Amavett, Adela y Fiona, que dejó de preocuparse por el tema, pero Francesca al ser elfa y conocedora de la historia de Lara y la profecía, tuvo muy fácil dar con el gen y por tanto con el bastardo de Falka. Comenzando así los experimentos secretos.
Para que el gen expresara todo su potencial debía de surgir de un portador del Gen Latente (solo en mujeres) y un gen activador (solo en hombres) y traspasarse por línea femenina. Es decir, en una mujer.
Con los años Amavett creció, y aunque se casó con Anna Kameny, tuvo una relación incestuosa con su hermana Fiona. Ambos eran portadores del Gen de Lara. De sus dos hijos, Cripin y Muriel, solo está última poseía el gen. Fue por este incesto desconocido a luz pública que los hechiceros perdieron el control de sus experimentos, porque creyeron que ambos eran hijos de Amavett con Anna, y por tanto el gen no era "puro", al nacer de un portador con una no- portadora.
Es decir, el objetivo de los experimentos era conseguir la unión de un hombre con gen activador y una mujer con gen latente, y que ambos tuvieran una niña. Consiguiendo así el gen puro. Pero nadie supo que ya se había conseguido mediante la relación de incesto entre Amavett y Fiona.
De manera que Muriel ( la hija nacida del incesto) era la primera con el gen de Lara puro desde la propia Lara. Pero nadie lo supo.
Más tarde, Fiona se casó con Coram II rey de Cintra, dando a luz a Corbett ( hombre, gen activador), que junto a Elen de Kaedwen tuvo a Dagorad rey de Cintra.
Mientras Muriel, tuvo a Adalia ( mujer con gen latente) y aquí fue donde surgió el milagro que tuvo lugar en Ciri.
Adalia, hija de Muriel ( hija de Fiona) y Darogad, hijo de Corbett ( el otro hijo de Fiona), se casaron, volviendo a generar otro gen puro al tener a Calanthe, pero esta vez, saltando una generación en ella, el gen no se maniffestó, por eso Calanthe no tenía habilidades mágicas.
Calanthe se casó con Roegner y tuvieron a Pavetta, que al seguir siendo mujer, el gen de Lara descendía sin problemas por la línea femenina. Pavetta se casó con Dunny y así surgió Ciri, con el gen mutado por el ser humano pero puro y muy poderoso.
MAPA INTERACTIVO DEL GEN DE LARA

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Con el paso de los años han creado cuentos y leyendas sobre la Vieja Sangre, incluso adaptándose la profecía a los tiempos que sucedían. Muchos son los que han investigado el linaje y el gen de Lara y su descendencia.
Con estas investigaciones supusieron que ese gen, al que se atribuyen grandes posibilidades, seguiría evolucionando, que la plenitud de su poder la alcanzaría en el hijo de la portadora más reciente, o en el hijo de su hijo. Y con esto, creció alrededor de Ciri un aura de fascinación que se extendió como el humo, haciendo que cada persona o grupo de personas, deseasen a Ciri para sus propios y egoístas beneficios y experimentos, que ya nada tenían que ver con el objetivo inicial del gen: Salvar el mundo.
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