Primer episodio que da vida a la saga del brujo en Netflix. Un primer episodio que, aunque algo lejos de cómo nos introducen por primera vez a Geralt de Rivia en las novelas, es una adaptación eficaz para hacernos una idea de las primeros pilares que formarán el mundo de The Witcher.
He de admitir que la saga de novelas es realmente compleja, y su estilo de narrativa hace que en muchos puntos sea difícil tomar decisiones para llevar a cabo la adaptación a la pequeña pantalla. Quizás el desafío más difícil es hacer frente a la línea temporal, que en las novelas es resuelto de una manera más sencilla, para ir al grano y no perder tiempo. Sin embargo para una serie , entiendo que quizás es mucho más difícil explicar esto sin hacer saltos temporales para mostrarnos el material, entenderlo y conectarlo mentalmente al resto de tramas. Es un trabajo realmente difícil.
En la serie han optado por los saltos en la línea temporal, mostrando para ello contenido que en las novelas solo se nombra por encima a lo largos de los libros, que el lector va construyendo pieza a pieza hasta tener el cuadro completo de la trama en la que el autor no quiso pararse mucho a recrear en un principio, pues cómo digo antes, no hay que perder tiempo, ya que la trama real es tan profunda, compleja e interesante, que quizás hay cosas que mediante la lectura no hace falta profundizar mucho para llegar a lo importante.
Pero en una serie entiendo que es diferente. No es lo mismo saber una historia contada y vista, que leer directamente la historia para saberla.
Tenemos que saber que esta primera temporada es una adaptación mezcla de los dos primero libros de la saga del brujo, en los que prima por encima de todo los cuentos cortos autoconcluyentes de los que Geralt es protagonista absoluto. De manera que no es hasta el tercer libro donde realmente nos introducen a Ciri. Aunque sí que se la nombra en la segunda novela e incluso Geralt ya la conoce antes de reencontrarse de nuevo al final.
Estos cuentos han sido adaptados en la serie para dar cabida al también protagonismo de Geralt, ya que a la vez usan los saltos para introducir a los personaje que serán importantes junto a él. Por ejemplo en este primer episodio es Ciri. Es decir, si hubiesen adaptado los dos primeros libros fielmente, la primera temporada de la serie de Netflix hubiese sido construida con las aventuras de Geralt, y aunque también hubiésemos visto a Yennefer, Jaskier y Ciri, los no-lectores de las novelas no sabrían quiénes son a los niveles profundos que brinda la serie, sobre todo a Yennefer. Por lo que entiendo la decisión de haber dividido las tramas y dedicar tiempo en crear las historias de raíz de los personajes importantes. Aunque con esta decisión se haya restado protagonismo y desarrollo a Geralt de Rivia. Todo sea dicho.
Así que en The Witcher han decidido mostrarnos con estos saltos temporales acontecimientos como el asalto a Cintra, para poder construir desde el primer momento a Ciri en paralelo y con el mismo peso que Geralt de Rivia. Incluso Calanthe ha sido un personaje que ha tomado peso en el capítulo, haciéndonos una idea de su personalidad y motivaciones.
Pero quizás el error no ha sido, como opinan muchos, el juego con las líneas temporales, sino el no dejar claro que estaban jugando con ellas. Por ejemplo, en el banquete de Cintra, Ciri comenta a su abuela Calanthe que a su edad ya había ganado su primera batalla, y acto seguido es Renfri junto a Geralt quien le dice que en ese momento Calanthe está llevando a cabo la batalla de la que Ciri hablaba.
Quizás usar frases de guión para posicionar temporalmente al espectador no es una buena idea, ya que la confusión se lleva el protagonismo por encima de lo que realmente tratan de contarnos. Un simple rótulo mostrando el año en el que se llevaba a cabo cada acontecimiento hubiese sido más eficaz.
Normalmente si no se quiere avisar de los saltos temporales, se tiran de otros recursos para situar al espectador, ya sea el envejecimiento de los personajes de un salto a otro, cambios de aspecto físicos, peinados diferentes u otros recursos. Así que, teniendo en cuenta que Geralt es un brujo al que el envejecimiento afecta de una manera diferente que al ser humano, y las hechiceras nunca aparentan la edad que tienen debido a que viven cientos de años gracias a la magia y siguen pareciendo jóvenes, no entiendo mucho la decisión de saltar en el tiempo sin avisar. En la saga del brujo es difícil situarse en el tiempo si vas a jugar con la línea temporal sin hacer referencia a ello.
Quizás, esta es la decisión más errada en mi opinión. Porque a pesar de que aspectos importantes de la novela para conocer más a Geralt no han sido adaptados para dar vida a otras tramas, el primer capítulo ha sido realmente interesante y construido con lógica de cara a lo que viene.
Destaco tres aspectos que realmente me han enamorado. Uno son los stunts de lucha y la violencia. La lucha en Blaviken es sencillamente impresionante y fiel a la novela en muchísimos puntos de la misma. No solo por las coreografías sino también por la estética y la rapidez de movimientos que han sabido reflejar en la serie, característica esencial de Geralt como brujo.
El segundo son la música y la fotografía. Los que me seguís desde Arrow, sabréis lo importante que es para mi la música que acompaña a cada escena y a la serie en general, así como los escenarios y los juegos de tonos y abanicos de colores escogidos. The Witcher hace un excelente trabajo con cada pieza de música elegida, dando un color impresionante a cada escena. La fotografía es preciosa, con unos tonos oscuros y un estilo medieval que dan vida a la perfección al mundo característico del Geralt y al Continente.
El tercero es Henry Cavill, nuestro Superman, pero a partir de ahora también nuestro perfecto Geralt de Rivia. Henry ha captado hasta el más mínimo detalle del Geralt de las novelas, es sencillamente perfecto.
Con todo esto, he de decir que el primer capítulo sienta muy buenas bases, aunque de nuevo el juego con el tiempo no facilita el visionado ni la compresión de la trama. Y los no-lectores de las novelas son los que salen perdiendo en este sentido. Aspecto que deberían haber tenido más en cuenta a la hora de tomar las decisiones para adaptar la saga del brujo.
Y aunque quizás yo no hubiese abierto la serie con la historia auto concluyente de Renfri y Stregobor, esta trama ha dado muy buen cuerpo para estrenar la saga en Netflix. Sobre todo por esa titánica lucha en Blaviken, cuya estética es perfecta para un episodio piloto.
Y a pesar de que Renfri y Stregobor son la trama que abre en Netflix, el comienzo del episodio con Geralt montando a Sardilla y cubierto con la capa mientras entra en una aldea, es muy parecido a cómo abre la primera de las novelas, donde Geralt llega a una taberna en Wyzima, a caballo y con capa, y el taberno tampoco le quiere en su venta, ni el propietario ni los allí presentes aldeanos, que tras una lucha y varias muertes, Geralt termina arrestado pero metido de lleno en la trama de Foltest y la Strige.
De esta manera abre Sapkowski la saga de Geralt de Rivia. En Netflix quisieron darle más personajes con los que interaccionar al brujo, quizás para dar algo más de contenido y estética al piloto, y por eso utilizaron la historia de Renfri. Muy apta para un comienzo y también muy interesante.
La historia de Renfri es una versión diferente creada por Sapkowski de la famosa "Blancanieves". No es el único cuento de los hermanos Grimm que el autor coge y recrea a su gusto para la saga del brujo. La de Renfri en concreto es una de mis favoritas.
En la serie han adaptado muy bien la trama, añadiendo cambios y cortes sin perder la esencia del cuento. Incluso encontramos frases de guión sacadas letra a letra de la novela. Por hacer especial mención, decir que la lucha de Geralt con la banda de Renfri es la plaza de Blaviken es increíble, logrando dar vida a cada letra que Sapkowski reflejó en la historia:
" La hoja brilló, describiendo un círculo por encima de su cabeza. Se dirigió al grupo a paso ligero.
Uno de los hombres, Crivil, adoptó una sonrisa terrible. Cruel. El semielfo alzó la ballesta. Se hizo el silencio.
La cuerda resonó. El brujo dio un mandoble con la espada, se oyó un prolongado gemido de metal golpeando, la flecha voló hacia lo alto y cayó seca y rota sobre el tejado. El brujo siguió avanzando.
- La ha parado... - gimió Quincena- La ha parado en el aire... "
El resto de la lucha es tal cual la muestran en la serie. Con movimientos rápidos, fluidos y ligeros de Geralt, casi como un baile. Al igual que la lucha contra Renfri.
Eso sí, en la serie, al elegir adaptar y crear historias en paralelo de Ciri, han hecho que Renfri le advierta sobre " la niña del bosque " para empezar a crear un camino al espectador de cara a lo que viene, que sin embargo en la novela no mencionan, dejando el protagonismo a Geralt.
Respecto a la trama de Ciri y Cintra, ha sido una muy buena adaptación. El asalto a Cintra, el suicidio de Calanthe, la persecución de Cahir tras Ciri y el intento de proteger Cintra por parte de Myszowor, todo ha sido grandioso.
La actriz de Calanthe le da un peso emocional increíble a cada escena, llegando a transmitir a la perfección el miedo y desesperación al tener a Nilfgaard a las puertas de Cintra, dejándonos claro el poderoso enemigo que representa este reino.
Una muy buena manera de abrir la serie, partiendo las tramas de Geralt para también construir a un personaje tan importante como es Ciri, cuyos poderes y habilidades han sido mostrados con pequeñas pinceladas perfectas para abrir boca a todo lo que nos queda por ver.
Así como Cahir, el guerrero del yelmo alado que cambiará la psique de Ciri para siempre.
Y con todo esto finaliza el primer episodio, donde la trama de Renfri apoda a Geralt " El carnicero de Blaviken". Gran capítulo de apertura para una serie que, si saben hacerlo bien ante la complejidad del bello material, será sin duda una de las mejores series de la historia.
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